Hace años, el clan de ‘los Pelayos’, una saga familiar de jugadores profesionales encabezada por Gonzalo García-Pelayo y su hijo Iván, se hizo famosa porque consiguió hacer saltar la banca de los más prestigiosos locales de juego sin hacer trampas; tan sólo aplicaban un método estadístico que resultó ser infalible.
“Los Pelayos” elegían algunas mesas de ruleta de un casino determinado y durante varios días se dedicaban a recopilar sistemáticamente los resultados. Incluso estudiaban la inclinación y desgaste de las mesas de juego para conocer con mayor grado de certeza dónde iba a caer la bola. A continuación, procesaban los datos mediante programas informáticos basados en las probabilidades de las matemáticas y llevaban a cabo un minucioso cálculo de que les permitía anticipar las frecuencias y tendencias. Por último, elegían un día y apostaban a los números que el estudio revelaba como posibles ganadores.
Perdían dinero a veces, pero a la larga el método era infalible y acababan reventando la caja. Casinos de Madrid, Viena, Amsterdam, Londres, Copenhague, Australia, San Petersburgo, París y, por supuesto, Las Vegas, comenzaron a caer. La fama de esta familia, que convirtió el azar en su profesión y negocio -se hicieron de oro- se extendió por medio mundo.
Cuando los crupieres veían llega a los Pelayos se echaban a temblar y saltaban las alarmas. Además, para su desesperación, la suerte trabajada de esta familia se extendía a otros jugadores que, nada más verles, se pegaban a ellos y apostaban por los mismos números. Al final, las salas les acabaron vetando la entrada. Hoy por hoy, padre e hijo están oficialmente retirados del juego activo, aunque juegan al póker online .
Fuente:DiarioVictoria